jueves, 4 de noviembre de 2010

La vida es un reto por encontrar el equilibrio

Para mí la felicidad se alcanza, cuando se alcanza el equilibrio, cuando se alcanza la verdadera paz espiritual y material, es decir, cuando todas nuestras necesidades quedan cubiertas. Y que mejor ejemplo de equilibrio que la naturaleza. Basta con perderse unas horas paseando por la sierra , para comprender lo que significa la paz, el equlibrio. Los pájaros cantando y buscando un árbol donde anidar. Los árboles, sus hojas, sus ramas, el suelo cubierto de matojos y todo tipo de hierbas...etc. Todo con una armonía maravillosa.

Para mí la naturaleza es el máximo exponente de equlibrio, y para mi el equilibrio es sinónimo de paz interior y de felicidad. Por eso creo que la mejor forma de representar gráficamente esto, es esta foto de la sierra que realizcé mientras paseaba por ahí con mi padre y mi perro. En ella se aprecian varios planos, en el más cercano se observan varios arbustos, entre ellos, uno precioso con frutitos rojos que aún no he logrado identificar. Algo  más al fondo se aprecian las encinas y los pinos, con sus altas copas, en un crecimiento constante en busca de luz solar. Y por último, en el horizonte podemos observar como el paisaje se pierde entre más y más sierra. Esto es un entorno precioso sin duda, un entorno idílico para reflexionar y encontrar esa paz que tanto cuesta encontrar en la sociedad actual.

La vida tiene muchas cosas buenas y malas. ¿Cuál es la gran ventaja? Que la vida nos proporciona las herramientas necesarias a casi todos para poder alcanzar nuestros sueños y por lo tanto, la felicidad.
Solo hay que saber dónde y cómo buscarlas. Por lo general, el secreto está en descubrir qué es lo que nos diferencia de los demás, para qué tenemos talento y en qué nos queremos convertir. Una vez definidos nuestros retos y nuestros sueños, lo que hay que hacer es luchar y esforzarse al máximo para conseguirlos. Por supuesto no me refiero solo a sueños u objetivos de índole laboral, me refiero a todo tipo de deseos, desde llegar a ser astronauta a conseguir convertirse en la persona que cuando entre en un local se convierta automáticamente en la más popular y en el centro de atención por ejemplo.
Ese es el punto fuerte de la vida, que conque tengas un poco de talento y muchísimas ganas por conseguir algo, podrás lograrlo siempre que estés dispuesto a esforzarte lo necesario. Los amigos, la familia, tu trabajo..etc, la vida te da las herramientas necesarias para mejorar o cambiar cualquiera de estas facetas. Somos seres con un potencial ilimitado, y nuestro deber como personas es explotarlo al máximo para que cuando seamos viejos, podamos sentirnos orgullosos de todo lo que hemos logrado, para que podamos decir a nuestros nietos: mira, yo logré eso y eso, a pesar de que toda la gente me decía  que no lo conseguiría, yo con perseverancia y esfuerzo lo conseguí.
La vida está llena de cosas maravillosas, pero también de muchas cosas malas, como el fracaso, el miedo, la cobardía, el egoísmo, los malos amigos o las malas parejas, entre otros, son cosas que no se pueden evitar, cosas, a las que todos nos enfrentamos a diario. No podemos esquivarlas, pero sí que podemos evitar que nos hieran, o que nos importen demasiado. Yo a esto lo llamo madurez emocional. Solo aquella persona, que tenga un control emocional suficientemente potente como para impedir que las emociones negativas le afecten demasiado, podrá lograr sus sueños y disfrutar mientras trabaja por conseguirlos. Los sucesos negativos que nos hacen sentir mal, hay que aceptarlos, aprender de ellos y olvidarlos. Cuanto antes se lleve a cabo este proceso, mejor.
En conclusión, creo que la vida no es maravillosa...pero que puede llegar a serlo si la cincelamos con las herramientas correctas de la forma adecuada. Seguramente conforme vayamos trabajando en ella, nos iremos enfrentando a cosas maravillosas de las que hay que disfrutar a fondo y con cosas horribles, que nos hagan sentir emociones muy negativas que nos impidan acabar nuestro proyecto, pero hay que ser maduros y levantarse, aceptarlo, aprender y olvidarlo. Todos tenemos la oportunidad de conseguir el ansiado equilibrio, pero pocos tienen el coraje y la valentía de luchar por conseguirlo hasta el final, yo espero ser uno de esos pocos.

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